sábado, 7 de octubre de 2017




El LENGUAJE RADIOFÓNICO





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El sentido del oído nos ayuda a percibir los sonidos, su volumen, tono, timbre y la dirección de la cual provienen. También nos ayuda a escuchar la voz, la música y lo más importante a interactuar con diferentes personas por medio del habla.
La radio es el principal medio de imágenes auditivas, a través del cual llegamos al oyente empleando un lenguaje coloquial, fácil de entender para los escuchas.
Dentro del lenguaje radiofónico encontramos la palabra, la música, los efectos sonoros, los cuales son de suma importancia al momento de transmitir alguna información ya que dependerá de nosotros como locutores utilizar diversas técnicas para llegar a
 nuestro público, además está el oyente el cual también
es de suma importancia ya que asigna el significado de lo
escuchado a través de la radio.
Dentro de la radio, existen diversos modelos de programación
ya sean la radio generalista, especializada y temática así como
 también espacios de programación de tipo social, cero y mediático.

Entendemos por comunicación la acción del envío de mensajes por parte del emisor hacia el receptor, por medio de un canal. Esta comunicación puede tener ruidos, los cuales obstaculizan que el mensaje llegue con claridad hacia el destinatario, en la radio sucede lo mismo, nosotros como locutores debemos enviar un mensaje al receptor de forma clara, utilizando un mensaje sencillo de entender para los oyentes ya que solo de esta manera ellos puedan apoderarse de este.
Faus entiende por comunicación radiofónica “aquel producto escuchado a través del receptor que es únicamente comprensible e identificable en función de la capacidad de restitución del contenido semántico de los mensajes que tiene la grabación por un lado, y la radio, por otro.
Una vez establecida esta definición, puede reflexionarse sobre la forma principal de comunicación de cada tipo de radio. Este planteamiento se realiza en el marco de la teoría de la comunicación que ha considerado tradicionalmente como funciones básicas las de informar, formar y entretener. Y a la que también puede añadirse la de persuadir 

Los emisores, por su parte (que también son oyentes y deberían ser los mejores “escuchadores” no sólo de radio sino del sonido de su ciudad, pueblo y comunidad) deberán elegir si, como un eco de resonancia que devuelve con creces lo que se dice, sus oyentes serán los reproductores de su mensaje unidireccional o si se retroalimentarán de la vida de quienes prestamos  sólo orejas, también pensamientos y experiencias a su aire de radio.

La radio es un sonido, sólo voz. Pero una voz triple:
La voz humana, expresada en palabras. Voces de locutores, de animadoras, artistas, periodistas, entrevistadoras y entrevistadas, reporteros y reporteados.
La voz de la naturaleza, del ambiente, los llamados efectos de sonido. Porque en el mundo, además de mujeres y hombres, también habla el viento y el mar. Hablan los animales, rugen los motores, chirrían las puertas. Aguza los oídos y escucharás a tu alrededor todo un escenario sonoro.
Y la voz del corazón, que se expresa a través de la música., melodías tristes y alegres, temas que pacifican y otros enervantes, músicas con guitarra, con flautas o con tambores. Cada sentimiento humano tiene su ritmo y su cadencia.
No hay más. Con estas tres voces se preparan todos los platillos. Estos son los únicos ingredientes en la cocina radiofónica. La creatividad al combinar y recombinar estos tres elementos producirá los diferentes formatos.
Las tres voces son de suma importancia, ya que al omitirse una de ellas empobrecerá el lenguaje radiofónico. La atracción de la radio no se logrará sino se da un empleo original de la triple voz.
Muchas emisoras han separado lo que el oído unió por ello son muy grises, por ejemplo, ¿de qué serviría hablar sobre la guerra sin escuchar alguna bomba? O ¿ una escena romántica sin música de fondo que tenga ilación con el tema central de la historia? O ¿una publicidad acerca de una gaseosa sin efectos de sonido?... no tendría nada de atractivo, es por ello que lo ideal es usar las tres voces (humana, corazón y naturaleza) para que así obtengamos mayor entendimiento y acogida por parte del público oyente.

El lenguaje radiofónico no es únicamente la palabra; se constituye de los sistemas expresivos de la palabra, la música y los efectos sonoros. – Esta falsa identificación del lenguaje radiofónico- -como el lenguaje verbal en la radio se afianza en la limitada concepción del medio como un canal transmisor de mensajes hablados, soporte para la comunicación a distancia entre personas, excluyéndose el carácter de la radio como medio de expresión. Han sido casi siempre profesionales del periodismo radiofónico o investigadores de la radio como un medio de información periodística quienes han defendido esta reducida capacidad expresiva del lenguaje radiofónico como un simple sistema semiótico de la palabra. Bajo la etiqueta o denominación de "lenguaje radiofónico", sólo hemos visto una gran preocupación por el estudio de la redacción informativa específica para este medio: "número de palabras por minuto", "improvisación verbal", "sintaxis simple", "número de palabras por frase", "pausas" ... Desde esta perspectiva, el estudio del lenguaje radiofónico sólo ha sido el estudio de la adecuación y tratamiento específico del universo significativo de la palabra en la radio, con el objetivo de estructurar mejor algunas de las rutinas de producción del periodista en el proceso de construcción de la noticia. En la información radiofónica se produce una exagerada relevancia del monólogo expositivo, una delas formas expresivas de la palabra, y se ignoran otras, que impiden ver la amplitud expresiva del lenguaje radiofónico. El contexto informativo en la radio, con sus códigos y convenciones particulares, no es un fácil punto de mira para comprender la magnitud expresiva que nos ofrece este medio .

Elementos del lenguaje radiofónico:

A diferencia de la televisión, la radio no nos muestra imágenes de la historia que nos está contando, sino nos las sugiere, para conseguir que nuestra mente simbolice lo que está pasando, es necesario contar con cuatro elementos que son de suma importancia.
La palabra:
La voz de alguien es suficiente para  motivar a nuestra imaginación, pero para esto debemos usar diversas técnicas y estrategias tanto para el entendimiento, así como también el evitar el aburrimiento de las personas que nos oyen.
Es un elemento fundamental para la radio, pero la palabra radiofónica excluye la visualización del interlocutor; es una palabra imaginada.
La música:
Una buena música ayudará a que el oyente se sienta atraído por lo que estamos dándole a conocer, además de esto nos ayudará a organizar lo que queremos decir o proponerle  un ambiente adecuado que ayude a representar una situación.
Los Efectos Sonoros:
Los efectos sonoros nos ayudarán a describir la acción realizada por los personajes, por ejemplo, el sonido de la playa nos trasladará hacia ella. Se basa en el uso de formas naturales o artificiales de producir sonidos que ayudan en la descripción de ambientes o situaciones.
El Silencio

Modelos de Programación Radiofónica

La evolución experimentada por el medio radiofónico en las dos últimas décadas ha venido marcada ya sea por el surgimiento de nuevas estaciones, el surgimiento del Internet y por una clara tendencia a la concentración (la mayoría de las emisoras se han ido asociando a una gran cadena), sin embargo esta evolución no ha tornado cambio en la utilización de estructuras programáticas distintas a las que ya se configuraron hace años.
Programar es una técnica, pero, al mismo tiempo, también es un arte: la técnica y el arte de idear, realizar y presentar unos contenidos que brinden un servicio al tipo de audiencia al que se dirige la emisora acorde con los principios editoriales de la empresa, los recursos humanos y técnicos de los que se dispone y los parámetros reales del mercado en el que se emite. Además de la relación comunicativa que una emisora entabla con su audiencia, la programación también es el modo y la forma de idear y organizar el tiempo radiofónico de acuerdo a una actuación concreta.
Al igual que el término programación radiofónica, el término modelo de programación puede definirse de diferentes maneras. Martí resume que, para algunos el modelo de programación formaliza los objetivos básicos de una programación de acuerdo con los objetivos institucionales fijados por la emisora o cadena; para otros, se trata simplemente de una manera de modelar los contenidos y los géneros en la parrilla, algo así como un arquetipo de diseño de la parrilla o reloj de programación. En este último sentido, el modelo programático constituye el arquetipo del diseño de programación de una emisora .
La radio generalista,que desde un criterio conceptual es “la radio de información, de comunicación intelectual, de ideas, palabra, expresión, la radio total”, según Faus .La radio especializada, la cual se caracteriza por la sectorización de los contenidos y la segmentación de la audiencia y la radio temática , la cual según Marti es aquella que se especializa fundamentalmente en contenidos, los cuales son desarrollados por medio de programas variados.
Al igual que los modelos de programación, la radio también contiene espacios de programación dentro de los cuales encontramos:
Espacio social, el cual tiene existencia previa y externa a la radio, espacio cero, constituido por un espacio en silencio y por último el espacio mediático, cuya existencia se justifica por la existencia del medio (estudio de la radio, la cabina de emisión, etc.)


El ser humano es el organismo más perfecto, Dios lo hizo con todo lo que el necesitaba para su forma de vida en la tierra, existe un gran problema en cuanto a las personas que no escuchan, puesto que al no hacerlo no pueden aprender a hablar.Los sentidos trabajan en armonía, es decir, la vista ayuda a evitar los peligros que se pueden ver, pero es el oído que en un momento dado ayuda para escapar de aquellos peligros que no se pueden visualizar.
La radio es un medio de comunicación íntima y privado ya que a través de ella podemos expresar lo que sentimos sin miedo a ser criticados, pero con un lenguaje cotidiano sin necesidad de usar palabras que ni siquiera nosotros entendamos, para que de esa forma la audiencia a quienes vamos dirigidos nos puedan entender. El oyente también es de suma importancia para la radio, ya que es aquel que capta lo que damos a conocer a través del micrófono.
Como locutores debemos de darle mucha importancia tanto al lenguaje que utilizamos, las técnicas, la tonalidad y la forma de transmitir el mensaje, ya que depende de ello para que las personas que nos escuchan puedan entender lo que estamos trasmitiendo.
Como dijo Marshall Luchan. “la radio afecta a la gente de una forma muy íntima, de tú a tú, y ofrece todo un mundo de comunicación silenciosa entre el escritor-locutor y el oyente".